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Utilizar correctamente los guiones en los diálogos de nuestros escritos es tan importante como evitar las faltas de ortografía. Un texto bien ordenado que siga las reglas ortográficas es un indicador de profesionalidad y esmero, y los guiones de diálogo, por ser uno de los signos más visibles y utilizados, juegan un papel fundamental en ello.
La pulcritud de los textos es una de las primeras cosas en las que se suelen fijar los jurados de los concursos literarios y los editores, y de su valoración puede depender el que se adentren o no en el contenido de la obra.
¿Qué es un guion de diálogo?
Un guion de diálogo es el símbolo que indica en un texto que el párrafo siguiente son palabras expresadas en voz alta, susurradas o gritadas (cualquier forma sirve, mientras sea sonora) por uno de los personajes del relato. Se utiliza al principio y para acotar los comentarios del autor en el interior de la frase o frases, y tiene que ir pegado a la primera letra ( ―Es…).
Como ejemplo:
―Es la primera vez que veo droides de ese tipo ―dijo Murad, señalando hacia la avanzadilla separatista.
¿Qué tipo de guiones debemos utilizar?
En un artículo anterior describí la diferencia entre el guion largo y la barra horizontal (véase https://escribircienciaficcion.es/guiones-dialogo-escritores/). Gráficamente son idénticos y sería imposible distinguirlos en un relato impreso, pero se comportan de modo distinto en los textos digitales, por lo que debemos tener la precaución de utilizar el correcto: la barra horizontal.
Esto es muy importante si presentamos nuestras obras en un archivo informático, porque las distintas propiedades de los dos símbolos podrían dar al traste una cuidada maquetación.
Utilizar el guion correcto en los textos digitales es muy importante, por lo que recomiendo leer el mencionado artículo.
¿Qué es la sangría en un párrafo?
Consiste en dejar uno o varios espacios antes de la palabra o símbolo inicial de la primera línea de un párrafo. Algunos editores de texto no contemplan esa opción (como el tema de este blog), pero deberíamos emplearla en nuestros textos.
También se utiliza en los diálogos, por lo que el guion de inicio siempre está más a la derecha que la siguiente línea del párrafo, si tiene más de una.
―He oído hablar de ellos ―dijo Echo después de mirar a través de su visor de largo alcance―, dicen que cuentan con una armadura resistente a los blaster…
Ejemplos de texto dialogado, uso del guion
Comenzaremos por el más simple: una frase sin comentarios:
―¿Qué hacemos?
Ahora, con un comentario acotado:
―Le aconsejo que informe al general ―contestó Echo―. Pídale que envíe un pelotón armado con rifles DC―15A.
Las acotaciones siempre se insertan en los párrafos de la siguiente forma: un espacio entre la palabra anterior al guion: …general ―contestó Echo, y pegados al comentario ―contestó Echo―., finalizando con el símbolo que tendría en ese lugar la frase si no existiera la acotación, en ese caso un punto.
El comentario acotado: contestó Echo, identifica al personaje que ha dicho la frase, y está en minúscula porque es un «dicendi» : un verbo que sustituye o complementa al verbo implícito “decir”.
Otros «dicendi» pueden ser: replicó, respondió, gritó, susurró, alegó, razonó, manifestó, declaró… y un sinfín más que añaden matices a la acción fundamental: “decir”.
Si el comentario no es un «dicendi», como, por ejemplo, cuando describimos una situación o acción dentro de la frase de un personaje, debería comenzar con mayúscula, y la frase del personaje que la antecede, tiene que acabar en punto.
Veamos un ejemplo:
―Ponme con él. ―Mientras Murad pronunciaba estas palabras, un fogonazo arrancó esquirlas de uno de los bloques de piedra que protegían su flanco izquierdo―. ¡Malditos hojalatas! ¿Estamos seguros aquí?
Más ejemplos de comentarios acotados
Nada impide intercalar más de un comentario acotado en una frase, sin embargo, no debemos abusar de este recurso porque puede hacer un poco confuso el texto.
―¡Cuidado, señor! ―dijo Echo, gritando―. ¡Nos están rodeando! ―El clon se asomó al parapeto y disparó hacia la primera fila de droides, que siguieron avanzando, imperturbables―. ¡Hay que evacuar!
Resumen de las reglas de los guiones:
- Tienen que ir pegados a la primera palabra de la frase y respetar la sangría de la primera línea del párrafo.
- El primer guion del comentario acotado tiene que ir precedido por un espacio y pegado a la primera palabra. El segundo guion, si existe (si el párrafo termina con el comentario no es necesario ponerlo) debe ir pegado a la última palabra y seguido del símbolo ortográfico que iría en lugar del comentario si no existiera: punto, coma, dos puntos, etc., aunque hay una excepción: los puntos suspensivos se colocan antes del guion y el comentario posterior se cierra con un punto.
- Si la palabra o frase anterior al comentario termina en signo de interrogación o de exclamación, la acotación se cerrará con un punto.

Ejemplo del uso de los guiones:
―Vaya tipo más raro… ¿Lo conoces, Julián?
El ejemplo más simple.
―No ―contestó Julián, mirando hacia el desconocido―, seguro que me acordaría.
Comentario con un verbo «dicendi» acotado entre dos frases separadas por una coma.
―Pues a mi me suena ese jersey a rayas… Creo que lo he visto antes por aquí ―dijo Carlos.
Frase que termina en comentario, sin segundo guion en la acotación.
―¿Creéis que será peligroso? ―intervino Marta―. ¿Deberíamos llamar a la policía?
El segundo guion de la acotación termina en un punto porque la frase anterior acaba en un signo de interrogación.
―¡Vaya idea! ―Julián soltó una carcajada―. ¿Crees que no tienen nada mejor que hacer que venir hasta aquí por un borracho?
Lo mismo, por un signo de exclamación.
―Pues a mí me da miedo… ―Marta se refugió detrás de Carlos―. Tiene un aspecto siniestro.
Ejemplo con puntos suspensivos.
―Tranquila, Marta, Julián es cinturón negro y no se atreverá con los tres.
Aquí no haría falta definir quién ha hablado con un comentario, son tres y Carlos ha nombrado a los otros dos personajes.
―Pues el tipo viene hacia aquí… ¿Qué tiene en las manos? ―preguntó Julián. Los demás guiñaron los ojos, intentando averiguar qué era aquello que sobresalía de los dedos del desconocido―. Parecen cuchillas… ―Julián se levantó de un salto―. ¡Son cuchillas!
Ejemplo con dos comentarios acotados. La segunda frase del personaje: “Parecen cuchillas…”termina en punto suspensivos, que se ponen antes del guion.
―Estás de broma ―Carlos soltó una risita nerviosa.
―Pues a mí me lo parecen… ¿Qué tal si nos vamos, chicos? ―Marta hizo el ademán de marcharse, pero Carlos la retuvo por los hombros.
―Me parece que habéis visto demasiadas películas… Esperad aquí, voy a ver que quiere…
―¡No vayas, Carlos! ―El grito de Marta consiguió que el desconocido se detuviera durante un segundo, pero después continuó acercándose a paso resuelto.
“El grito de Marta” no es un «dicendi» por lo que “El” se escribe con mayúscula. La frase anterior del personaje termina en signo de exclamación, por lo que no se pone el punto que hay que utilizar en otros casos.
Para finalizar…
Todas las reglas son interpretables y no todos comulgan con ellas, y, como ejemplo, hay escritores consagrados que se las inventan y lo hacen con elegancia y originalidad, pero esto es un privilegio de los genios y los mortales debemos conformarnos con seguir la corriente para no caer en la ordinariez y el rechazo.
Nos debemos a nuestros lectores y deberíamos conseguir, en lo posible, que nuestros textos sean ordenados y no chirríen en sus mentes cuando los lean, desviando su atención de lo verdaderamente importante: el contenido de nuestras obras.
¡Excelente ilustración!
Magnífica explicación, gracias por darte el tiempo de escribirlo y compartirlo.