Los diálogos visuales tienen que conseguir situar la historia en un escenario (en este caso un aeropuerto), describir los personajes sin necesidad de una explicación detallada (la imaginación del lector adjudica espontáneamente una imagen a los protagonistas basándose en las pistas que recibe: la típica señorita que nos atiende en una empresa de alquiler, y un señor mayor, de provincias), e ir estructurando la trama y creando tensión a medida que se avanza en la lectura.
Utilizo frecuentemente este tipo de diálogos para proporcionar ritmo e inmediatez a los relatos. Aligeran la narrativa y consiguen dotarla de un dinamismo casi imposible de igualar con otros recursos.
Un ejemplo de diálogo visual:
El coche de alquiler
―¡Señorita!… ¿Puede venir un momento, por favor?
―Dígame, señor… ¿Tiene algún problema?
―Sí, el coche no se pone en marcha.
―Déjeme ver… Está todo en orden, mire, su señal está en verde.
―Pues no arranca, y ni siquiera se mueven las ruedas cuando giro el volante.
―¿Para qué ha tocado el volante?
―¡Para conducirlo, para qué si no!
―¿Cuánto hace que no viene a Capital City?
―Mucho, pero… ¿Qué tiene que ver eso con el coche?
―Ya…, mire, señor, el tráfico se ha vuelto tan complicado que todos los coches de alquiler son autónomos, dígale a donde quiere ir y le llevará.
―¿Cómo? ¡No quiero un maldito coche autónomo! ¡Nunca he montado en uno y no voy a hacerlo ahora, a mi edad!―Pues lo siento, señor, nuestros coches son todos iguales.
―¡Pues anule el contrato, me voy a otra empresa de alquiler!
―Señor, ninguna empresa del aeropuerto le alquilará un coche manual, pero, si lo desea, le anulo el contrato encantada.
―Espere… Los coches autónomos también se pueden conducir en manual, ¿no?
―Sí, pero ese modo solo se utiliza en zonas residenciales, o para maniobras en el interior de edificios.
―Explíqueme qué tengo que hacer para cambiar de modo.
―Pero… ¿No pensará salir de aquí conduciendo en manual?
―Señorita, llevo al volante el doble de años que los que usted tiene… ¿Cree que alguien más joven que mi nieta va a decirme lo que puedo hacer o no?
―¡Imbécil!… ¡Mira por dónde vas!
―Señor, ese automóvil tenía preferencia y usted estaba obligado a respetarla. Le comunico que la infracción ha sido comunicada a la Jefatura de Tráfico.
―¿Eh?… ¿Quién habla?
―Le habla Inux.
―¿Y quién eres tú?
―Soy la inteligencia artificial del automóvil: Inux, versión delta, uno, cinco, nueve.
―¿Y por qué hablas si está desconectado el modo autónomo?
―Señor, la directiva veintiséis indica que debo activarme como asistente en caso de producirse una infracción, y tomar el control del automóvil.
―¿Qué?… ¿Has movido tú esa palanca?
―Sí señor, el modo manual ha sido revertido a autónomo. ¿Cuál es su destino?
―¡Será posible! ¡Ahora las máquinas mandan más que los humanos! ¡Pues no señor, no me da la gana!
―Se ha producido una mal función, el mando de selección de modo está inoperativo.
―¡Porque lo he atado con la corbata, estúpido! ¿Y qué vas a hacer ahora?
―Señor, por una mal función del dispositivo de selección de modo, debe usted tomar los mandos del automóvil… Durante el trayecto le proporcionaré asistencia visual y sonora.
―¡Otro! ¡Pero qué pasa aquí! ¿Es que están regalando los carnets de conducir?
―Señor, acaba de saltarse usted una intersección en la que debía haber realizado una parada obligatoria, respetando la preferencia del automóvil que accedía al cruce por la izquierda.
―¡Ahí no había ninguna señal de stop!
―Las señales de tráfico han sido eliminadas de las calles en todo el perímetro urbano de Capital City.
―¿Entonces cómo se sabe cuándo tienes preferencia o no?
―Las señales de tráfico aparecen con antelación en pantalla de la consola. Si lo desea, puedo notificárselas anticipadamente mediante la voz.
―Ah… ya veo. ¡Pues podían haberlo avisado al alquilar el coche!
―Le comunico que la velocidad especificada para esta glorieta es de ochenta kilómetros por hora, y usted circula a cincuenta y seis.
―¿Eres imbécil? ¡No me estoy saltando el límite!
―Lo está violando por el límite inferior. La infracción ha sido remitida a la…
―¿Me estás denunciando a Tráfico?
―Estoy enviando sus infracciones a las autoridades obedeciendo a la directiva ochenta y seis barra cinco…
―Ufff… ¿Hay alguien ahí?
―Procure no moverse, señor… ¿Cómo se encuentra?
―¿Qué ha pasado?
―El automóvil ha sufrido un accidente debido a que usted cambió de carril de forma antirreglamentaria.
―¿Contra qué hemos chocado?
―Hemos impactado de forma lateral contra un camión que circulaba correctamente por su carril. Como resultado, los dos vehículos se encuentran ahora fuera de la vía, volcados sobre un costado.
―¿Hay más personas heridas?
―Negativo, el camión era autónomo.
―Me duele una pierna… ¿Por qué no llega el rescate?
―Las antenas y las cámaras se han dañado en el vuelco, por lo que ignoro lo que sucede en el exterior. ¿Qué pierna le duele, señor?
―La izquierda.
―Procedo a liberar presión en el airbag de la zona correspondiente… ¿Se siente mejor así?
―Sí… Creo que estoy bien… Puedes deshincharlos del todo.
―En los accidentes de nivel tres, la burbuja se mantiene a presión hasta la llegada del equipo de rescate.
―Pues yo te autorizo a deshincharla… Déjame salir.
―Lo siento, señor, es imposible debido al protocolo.
―¡Pues estamos apañados! ¿Hasta cuando me vas a tener aquí?
―¿Me oye alguien ahí dentro?
―¡Sí…! ¡Estoy aquí!
―Le oigo… ¿Se encuentran bien?
―¡Sí! ¡Deshinchen esto, por favor!
―Unidad Inux… ¿Estás operativa?
―Afirmativo.
―¿Por qué no respondes a la señal?
―Daños múltiples en el interfaz, solo tengo acceso al canal vocal de seguridad.
―¿Pueden dejar de hablar y sacarme de aquí?
―¿Estado de los pasajeros?
―Un solo pasajero, consciente y alerta, sin pérdida de fluidos corporales y con menos del uno por ciento de posibilidad de hemorragia interna.
―¡Pero qué es esto!… ¡Eh, que estoy aquí!
―Cálmese, señor, el equipo de rescate está en camino.
―¿El equipo de rescate? ¿No es usted del equipo de rescate
―No, señor, solo soy un técnico de servicio.
―¿Y no puede ayudarme? ¿No puede pinchar estos globos con un destornillador, o algo así?
―No señor… En los accidentes, solo el equipo de rescate puede desencarcelar a los afectados… Perdone… Inux, no consigo acceder al núcleo a través de los puertos… ¿Puedes efectuar un diagnóstico?
―El núcleo de sistema ha quedado aislado y solo tengo acceso a funciones internas. Interface sensorial cortocircuitado. Fuente principal sin energía. Fuente auxiliar al treinta y cinco por ciento.
―¿Tiempo hasta fallo catastrófico?
―Dieciséis minutos y diez segundos.
―¿Puede decirme porqué está perdiendo el tiempo en eso en lugar de ayudarme?
―Tengo que salvar la I.A. del coche, señor, su cerebro se destruirá si se queda sin energía.
―¿Me está diciendo que tiene que salvar al ordenador antes que a una persona?
―Señor… su vida no corre ningún peligro, pero la de la I.A. sí.
―¡Pero qué vida! ¿Ahora están vivos los robots? ¡Sáqueme de aquí inmediatamente!
―Tendrá que esperar al equipo de rescate, lo siento… Espere… Sí…, ya están aquí… Hola, Horacio… Un pasajero en contención… Está bien, pero un bastante cabreado… ¿Por qué habéis tardado tanto?
―Había otro accidente en la treinta y dos, un tipo conduciendo en manual… Cada día nos encontramos más estúpidos de esos… ¿Señor, se encuentra bien?
―¡Sí! ¡Sáquenme de aquí cuanto antes! ¡Estoy harto de estar cabeza abajo!
―Enseguida… ¿Cómo vas, Juan?
―Está un poco complicado… Los conectores están destruidos y no hay señal inalámbrica… Me temo que voy a tener que desmontar la base.
―¿Extraemos al pasajero?
―Yo esperaría un poco, porque la burbuja está manteniendo la estructura, y temo que se produzcan más cortocircuitos si se deshincha.
―¡Pero… Pero…! ¿Tienen que permiso a un técnico? ¡Donde se ha visto algo así! ¡Sáquenme inmediatamente o les meto un pleito que los hundo!
―Cálmese, señor, estamos haciendo nuestro trabajo.
―¿Y su trabajo consiste en dar más prioridad a un robot que a un pasajero?
―Señor… Usted solo está incómodo, pero el cerebro de la I.A. puede destruirse si se queda sin energía… Deje trabajar al técnico.
―¿Y qué importancia tiene el cerebro de un robot? ¡Los hay a millones!
―También hay pasajeros como usted a millones… Perdone, no quería decir eso… Las I.A. de los automóviles son muy caras porque tienen un proceso de aprendizaje larguísimo, y por eso las compañías tienen técnicos de guardia en las carreteras. No pueden permitirse el lujo de perder alguna en un accidente.
―Ya está… El núcleo está a salvo. Podéis sacar al pasajero.
―Estupendo… ¿Ve?… No ha sido para tanto… Vamos a desinflar la burbuja lentamente… Díganos si siente alguna incomodidad.
―¡Estoy cabeza abajo!
―Lo sabemos señor… Caerá suavemente sobre el hinchable del techo… Ya está, agárrese de mi mano y lo sacaré… A ver, mueva los brazos, ¿nota algún dolor?
―No, estoy bien.
―De acuerdo, le llevaremos al hospital, para un test completo… ¿Qué tal la I.A., Juan?
―Lo sabré cuando llegue al taller, pero parece que está bien.
―¡No vuelvo a alquilar un coche de estos en lo que me queda de vida!
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Trucos y consejos.
Aquí deberíamos hacer dos distinciones: los diálogos visuales insertados en escritos más largos y los relatos solo diálogo.
En los largos, el lector ya estará puesto en situación, conocerá a los protagonistas y sus peculiaridades, por lo que los diálogos no tienen por qué contener tanta información y pueden ser más naturales.
En cambio, en los relatos todo diálogo, la falta de esa información previa hace que puedan, en ocasiones, parecer forzados, porque tenemos que incluir los detalles necesarios para que el lector se sitúe e identifique a los personajes. El equilibrio es difícil, y ello nos obliga a un esfuerzo complementario a la hora de escribirlos, pero vale la pena porque son uno de los mejores entrenamientos para perfeccionar nuestro estilo, mejorando la comprensibilidad de nuestros textos y dotándolos de dinamismo.
Dicho esto, pasemos a desmenuzar el texto: en la primera parte la situación es la siguiente: un hombre mayor, de provincias y de clase media-alta ha llegado al aeropuerto de Capital City (el nombre ya indica que es una gran urbe) y ha alquilado un coche para ir a la ciudad. En los primeros párrafos tenemos que describir esta situación y los personajes que intervienen en la escena.
Para ello utilizamos los tratamientos: nada más comenzar encontramos las palabras «señorita» y «señor», y a continuación una descripción del primer problema: el caballero no sabe que el coche que ha alquilado es autónomo y trata de ponerlo en marcha.
Un poco más abajo, una pregunta de la encargada ofrece mucha información: «¿Cuándo hace que no viene a Capital City?». Nos sugiere que la muchacha entiende lo evidente: el señor es de provincias y no está al tanto de los cambios que se han producido en los últimos años en cuanto a la circulación en la ciudad, y la nombra ya de paso.
Los siguientes párrafos nos orientan sobre el carácter del caballero y nos describen el conflicto que nos encamina hacia el nudo del relato, que se desarrolla en la segunda parte con el ordenador del coche y el señor de provincias como únicos protagonistas. Aquí la tensión va creciendo y se ofrecen detalles jugosos que sorprenden al lector, como que el ordenador envía a tráfico las infracciones cometidas por no respetar las normas, aunque la causa es que el conductor no ve las señales porque la señalización viaria ya no forma parte del mobiliario urbano de la ciudad debido a que la mayoría de coches son autónomos, o la ocurrencia del pasajero de bloquear la palanca de paso al modo manual o automático con su corbata cuando el ordenador intenta hacerse con el control.
En el desenlace, después del accidente, se utiliza el truco de poner en itálica las frases pronunciadas por terceros para diferenciarlas de las intervenciones del ordenador y del pasajero.
Al principio, las itálicas son para las voces que están fuera del coche accidentado, y siguen empleándose hasta el final aunque el pasajero ya ha sido rescatado para no generar confusión.
En resumen, si no estás del todo conforme con los diálogos de tus escritos, practica los diálogos visuales, te aseguro que el esfuerzo merece la pena.
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