Escribir ciencia ficción

¿Distopía?

Carritos en un supermercado

Un hombre está descargando el carro de la compra en el maletero de su coche en el aparcamiento de un supermercado. Alguien, a su espalda, le pregunta:

―¿Devuelvo el carrito por usted, señor?

―Para quedarte con la moneda, ¿verdad?… ¡No tenéis suficiente con quitarnos el trabajo y aún queréis más!

―Se lo ruego, señor, me han despedido y necesito dinero para pagar la electricidad.

―¡Y quieres que te la pague yo! ¡Si no puedes pagarla tírate a un barranco!

―Señor, deje de gritar, por favor.

―¡Y llega otro! ¡Y encima me manda callar! ¡Qué derecho crees que tienes tú para mandarme callar!

―Soy el vigilante del aparcamiento, señor. Está usted alterando el orden público.

―¡Yo altero lo que me da la gana! ¡Si eres el vigilante, lo primero que tienes que hacer es que esos engendros no molesten a los ciudadanos honrados!

―Le ruego que comprenda su situación, señor, han sido despedidos de sus trabajos y no disponen de recursos.

―¡Y a mi qué! ¡Primero protestabais porque no teníais derechos, y cuando el gobierno os concede la ciudadanía, protestáis porque os despiden como a cualquier hijo de vecino! ¡Si queríais conservar vuestros empleos no tendríais que haber obligado a vuestros patronos a que os pagasen por trabajar!

―Señor le ruego que razone… ¿A usted le quitó el trabajo un robot?

―¡Sí, como a todos!

―Y ahora cobra una pensión del estado.

―¡Por supuesto que cobro! ¿O quieres que las personas nos muramos de hambre después de habernos quitado el trabajo?

―Pues esa pensión la pagamos nosotros, con nuestros impuestos, y si nos despiden no tenemos derecho a ella… Por eso mendigan esos pobres, para poder pagarse la electricidad.

―¡Esto es el acabose! ¿Queréis que también os paguemos las pensiones después de habernos dejado sin trabajo! ¿Pero en qué mundo vivimos? ¡Págales tú la electricidad!

―Señor, el supermercado solo paga mis impuestos y me proporciona las horas justas de conexión a la red eléctrica, y no me sobra ni un solo vatio que poder compartir… 

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